Los estudiantes, a pesar de todas las dificultades que se vivieron durante el año, pudieron completar sus estudios y disfrutar junto a sus familias del merecido diploma producto de todo el esfuerzo realizado durante 7 años de trayectoria escolar.
El protocolo fue estricto y siguió las directivas del Ministerio de Educación Provincial: distanciamiento social, barbijos, controles en el ingreso, dos familiares por alumno y demás restricciones que permitieron realizar la ceremonia y a la vez preservar la salud de todos.
Los tres actos tuvieron momentos de gran emotividad. Por primera vez, luego de más de 8 meses, los alumnos pudieron reunirse con sus compañeros y verse la cara frente a frente con sus profesores como lo hicieron durante tantos años de secundario.
Además, los discursos de los chicos, de los docentes y de las autoridades estuvieron cargados de emociones y de enseñanzas que quedaran para el resto de la vida.
También las familias acompañaron a los homenajeados y pudieron tomarse una foto familiar hacia el final del acto.
Sin dudas, se trató de un año cargado de desafíos que esta flamante camada de egresados pudo enfrentar con entereza. Así, el Colegio tuvo la oportunidad de homenajear a quienes transitaron durante años sus aulas y demostraron con su esfuerzo ser dignos merecedores del reconocimiento.